Escuchó las pisadas de alguien, y, al girarse, vio a Angelique. No parecía muy dispuesta a hablar, así que se quedó dónde estaba. Mirando las estrellas. Suspiró, y dejó que su mente divagara. Sobre qué hacía allí, sobre las clases, sobre la gente que estaba conociendo, sobre la maldita de su profesora...
Sobre demasiadas cosas, en general.